lunes, 27 de julio de 2009


-Valeriana
-Valeriana officinalis
La planta posee un aceite esencial en concentración que llega hasta el 1%; esta esencia es muy rica en ácido valeriánico, alcoholes, terpenos y sesquiterpenos. Cuando la planta está fresca, las concentraciones del ácido valeriánico son pequeñas; pero a medida que va secándose la raíz va aumentando en cantidad, siendo el responsable de sus efectos farmacológicos y de su característico mal olor. Se la considera fármaco equilibrador del sistema nervioso, y está especialmente indicada para casos de ansiedad, insomnio, taquicardia, depresión, cefaleas y espasmos gastrointestinales.
Tradicionalmente, la valeriana se administraba en forma de tinturas de la planta fresca o seca, en infusión o directamente en polvo, pero actualmente lo más cómodo es administrarla en forma de cápsulas o comprimidos. Una ventaja de esta forma de dosificación es que se evita su olor nauseabundo.
Tisana: Se prepara con la raíz, machacando media onza y dejándola en agua un día. Se pueden tomar hasta 2 vasos diarios, previamente colada y endulzada.
Infusión: Mediante una maceración en frío, con dosis de 0,5 a 5 gr. de raíz. Eficaz contra los vómitos, la timpanitis y los parásitos intestinales.
Extracto fluido: De 10 a 20 gotas, cuatro veces al día.
Extracto seco (4:1): 0,3 a 1,9 gramos al día, teniendo en cuenta que un gramo del extracto equivale a 4 gramos de la planta seca.

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