lunes, 2 de marzo de 2009



Abeto - Abies alba


El abeto es un árbol de gran porte que puede llegar a alcanzar los 60 metros de altura; de tronco recto y corteza relativamente lisa, grisácea, con la copa piramidal, se mantiene verde todo el año. Las ramas las tiene ordenadas por pisos, extendidas. El abeto tiene flores machos y hembras, pero sobre el mismo pie. Forma piñas rollizas, de no más de 5 cm. de anchura, prolongadas y erguidas sobre las ramas, con las escamas que recubren las semillas.

De las yemas se saca una resina y una esencia compuesta de limoneno y pineno. De las hojas obtenemos glucósidos, piceina y también una esencia. En la corteza encontramos celulosa, minerales y taninos. Y por último en la resina tenemos el compuesto más característico de este árbol, que es la esencia de trementina: ésta se acumula en lagunas o vejigas corticales durante la primavera y el otoño; se presenta líquida y, aunque viscosa, es casi tan fluida como el aceite. Destilando esta trementina -generalmente en vapor de agua a temperatura no demasiado elevada- se obtiene la esencia, además de otros compuestos. La trementina de abeto ha gozado siempre de mucha fama entre las gentes de pueblo. Tiene propiedades balsámicas, expectorantes y antisépticas de las vías respiratorias y urinarias. En uso externo es rubefaciente, es decir, que aplicado sobre la piel la enrojece e inflama, aprovechándose esta virtud para aplicar sobre ella otros medicamentos que penetren mejor en la piel. Hay que recordar que, al tratarse de una esencia, se deben guardar las debidas precauciones por la posible aparición de irritaciones y alergias.

Infusión: A partir de las yemas o de las hojas.

Tintura: De 10 a 20 gotas de la tintura, tres veces al día.

Extractos: Se pueden encontrar tanto el extracto seco como el fluido, y ambos tienen idéntico uso. Además se puede usar de forma externa en baños, inhalaciones, linimentos, ungüentos o emplastos. Balsámico, Antiséptico. Rubefaciente.

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