- Col -Brassica oleracea
- Berza
- Repollo
Los celtas y los romanos ya cultivaban coles, la verdura por excelencia. La col se viene usando desde hace más de 2.000 años como alimento, y también como medicamento.
Hábitat: nativa de Europa, donde se encuentra silvestre en las costas del Canal de la Mancha, del Atlántico y del Mediterráneo occidental. Se cultiva en todo el mundo.
Descripción: planta de la familia de las crucíferas, con hojas grandes muy divididas y de consistencia carnosa. Carece de cogollo.
Partes utilizadas: las hojas.
Propiedades e indicaciones: las hojas son ricas en clorofila, y por lo tanto en magnesio. Contienen también una esencia sulfurada similar a la de mostaza, sales minerales, vitaminas (sobre todo la C, la A, y posiblemente la U), mucílagos, y un factor antiulceroso no bien identificado todavía. Es relativamente rica en glúcidos o hidratos de carbono (7%) y proteínas (4%), pero su contenido graso es muy bajo (0,6%). Las coles poseen las siguientes propiedades:
Antiulcerosa: por vía interna, su jugo se recomienda contra la úlcera gastroduodenal, que es capaz de cicatrizar. El doctor Schneider, en su obra "La salud por la nutrición", menciona experiencias en las que se ha demostrado la capacidad cicatrizante del jugo de col fresco sobre la úlcera gastroduodenal. Tras cuatro o cinco días de administrar un vaso antes de cada comida, desaparecía el dolor de estómago. A las tres semanas, se obtuvo la curación de la úlcera. Esta acción antiulcerosa se atribuye a la todavía no bien conocida vitamina U.
Antianémica, antiescorbútica e hipoglucemiante (hace descender el nivel de azúcar en sangre de los diabéticos).
Diurética, depurativa, y, consumida en ayunas, vermífuga.
Cicatrizante y vulneraria: la col, aplicada en cataplasma, cura heridas infectadas, úlceras varicosas y tórpidas, eccemas, furúnculos y acné.
Anticancerosa: existen evidencias de que la col puede actuar como preventivo de la formación de tumores cancerosos, posiblemente debido a su contenido en caroteno (vitamina A).
Uso: el jugo de la planta fresca, de medio a un vaso, 3 o 4 veces diarias, antes de las comidas, es decir, con el estómago vacío. Para aplicar en cataplasmas, las hojas crudas (previamente machacadas con un rodillo o botella cilíndrica), o bien, cocidas y mezcladas con salvado para hacerlas más compactas.
Precauciones: cuando se consume col de forma continuada durante largos periodos, puede tener efecto antitiroideo y llegar a provocar bocio.
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