sábado, 16 de mayo de 2009


Eleuterococo
Eleuterococcus senticosus maxim
Ginseng Siberiano

Esta especie crece en el sur del Lejano Oriente, en los países del este, en las zonas costeras de la región de Chabarovsk, en la región del Amur y de Primorsk, y en la isla de Sachalin. Es un arbusto perenne que suele medir entre 3 y 5 metros, aunque, en ocasiones, llega a alcanzar 7 metros de altura. Los tallos son muy poco ramificados y están recubiertos de espinas. Las hojas pentámeras son parecidas a las del cerezo. Las pequeñas flores amarillas se agrupan en inflorescencias redondas y los frutos son de color negro y aromáticos.
Como sustancias activas encontramos eleuterósidos (glucósidos), esterinas vegetales y colorantes. El té preparado con esta planta no se usa, o solamente en raras ocasiones, pues la forma normal ,de presentación son los extractos alcohólicos de la raíz que se venden como «mezclas» de sabor agradable. Lo mismo que sucede con el ginseng coreano, esta especie resulta también bastante problemática, pues aunque la publicidad la ha elevado al rango de planta milagrosa la ciencia apenas quiere saber nada de ella. Los componentes del eleuterococo son un estimulante no específico. No puede negarse que tonifican de un modo general. que aumentan el rendimiento en el trabajo y que activan las fuerzas corporales de defensa, pero todo lo que se salga de estas propiedades ha de contemplarse con mucha prevención. Esto es válido en especial acerca de la recomendación de utilizar la planta en el tratamiento a la diabetes y las enfermedades cancerosas. Se dice que mejora la circulación cerebral; aumenta el apetito y disminuye la acumulación de ácido láctico a nivel muscular; mejora la coordinación de los movimientos y aumenta la receptividad de los órganos de la vista y del oído; acción protectora frente a sustancias químicas y antinarcótica frente al éter, hidrato de cloral y alcohol; estimula la función endocrina de las glándulas sexuales y suprarrenales; efecto normalizador de tensión arterial; parece que mejora la circulación coronaria y disminuye el colesterol; acción antiinflamatoria por disminución de la permeabilidad vascular; acción antiestrés demostrada en ratas. Está Indicada sobre todo en estrés, trastornos neuro-psíquicos funcionales, neurosis, lesiones de los vasos coronarios, arteriosclerosis, hipotensión, diabetes, fatiga, mejora el rendimiento físico e intelectual, anemia, falta de apetito, impotencia, estados infecciosos crónicos.

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